sábado, 13 de marzo de 2010

Arco

Un arco es un arma impulsora que se usa para disparar flechas sobre un blanco distante. El arco puede estar formado por una única pieza de madera, que puede ser tan larga como la estatura del usuario, como en el arco largo inglés, o por varias piezas recurvadas que aumentan la potencia del arco, como en el arco compuesto moderno, o arcos tradicionales de hueso o madera, como el turco o el japonés.

El arco funciona tensando la pieza con una cuerda, que puede ser de fibras vegetales o animales en los arcos tradicionales, o sintéticas en los modernos. La potencia de tiro de un arco se puede regular dentro de ciertos límites, ajustando la tensión de la cuerda. El tiro con arco es un deporte olímpico aunque también se siguen practicando especialidades deportivas no olímpicas con armas que son réplicas de las tradicionales. Un arco puede tener un alcance mortal de 40 a 100 m; en el caso del arco largo inglés, hasta 400 m de alcance. Una variante del arco es la ballesta, que fue muy usada por mercenarios genoveses en la Edad Media y parte de la Edad Moderna. En numerosas culturas aborígenes, africanas, sudamericanas y norteamericanas, los arcos cumplen tanto la función de arma como la de arco musical desde 15.000 a. C., desconociéndose realmente cuál fue la función original de este instrumento.
Los arcos hechos completamente de madera se han usado durante miles de años en la caza y la guerra, entre otros, por los nubios, tribus nativas americanas como los cherokee, tribus sudamericanas como los Bari, tribus africanas como los Bassa y las tribus europeas, desde el Epipaleolítico. Como armas de caza son sencillos, fiables y capaces de abatir animales tan grandes como los elefantes africanos. Como arma de guerra, el arco ha contribuido decisivamente en diversas culturas. Los nubios eran famosos por su destreza con los arcos, siendo conocidos por su habilidad de acertar en el ojo del contrincante durante las batallas. En el Japón antiguo, los arcos característicos fueron los fabricados de bambú y de madera, conocidos como Yumi, decisivos en la guerra a caballo entre samuráis.
En la Edad Media europea, los arqueros ingleses eran célebres por su destreza en el uso del arco largo para la guerra, que utilizaron con gran efectividad en la Guerra de los Cien Años (especialmente en batallas como Crecy, Azincourt y Poitiers).
Sin embargo, las armas de fuego dejaron obsoletos a los arcos para la guerra, al no requerir el larguísimo entrenamiento necesario para formar a un arquero y volverse cada vez más precisas y de mayor alcance y penetración.
A pesar de esto, los arcos hechos de madera o los compuestos de fibra de vidrio se siguen usando por arqueros tradicionales y en algunas asociaciones para el deporte y la caza.

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